Dear People of God,
Many people are wondering when is God going to intervene and put an end to this pandemic, but what I understand is that God with His divine power and absolute authority chooses not to alter the laws of physics but to change and challenge human hearts. God allows the sad realities of suffering and death caused by this coronavirus pandemic to open up for us the grace to change all human hearts. This spiritual transformation that God wants from us does not occur by Divine decree but by invitation only. Do we want to change the world? Then, invite God to change you and me first. Do we want to see better outcomes? Then, let us ask God for the grace to become better people.
The truth is that God made us in His own image and likeness, and because God is good and beautiful we are also good and beautiful. God also gave us the dignity of being called children of His for so indeed we are. In His consideration we are all precious to Him and equally valued. This good news, the truth that we are all God’s children and therefore brothers and sisters in the Lord, has not yet convinced everyone to accept it because “racism” is still around us. This is a fact, and it’s an evil that we need to overcome and eventually remove in our midst. God certainly can make this disappear with a snap of His fingers but He invites us first for a change of mind and heart by accepting we are all sinners and we need God’s mercy and forgiveness. By humbly submitting ourselves to go through this transformation of mind and heart, then and only then, that we can realize to see who we truly are, a family of humankind without prejudice and even colorblind.
I am also saddened by the hatred shown by some group of people who vandalized and destroyed statues of St. Junipero Serra in the city of San Francisco and here in Los Angeles that was inside the property of the Catholic Church. These acts of hatred against the Catholic Church continue to be demonstrated around the country by destroying and desecrating statues of the Blessed Virgin Mary situated outside and inside several Catholic churches. It would be easy for us to ask God’s intervention by imploring Him to send fire and brimstone upon these people, but we are not going to do that. We need to see them first as God’s children too who are in need of love and forgiveness. Yes, we can offer prayers for them that God may touch their hearts and change them, as well as ask the intercession of the Blessed Mother to make their hearts soft and convert them to love her in return. I know that this way of praying for this group of people is more powerful than any form of retaliation against their ignorance. Let us show them that we have the ability to love enemies and forgive them because that is the way of God.
But, there is Good News! Last Wednesday, July 15 here in our own region, the Region of Santa Barbara, Archbishop Gomez and Bishop Barron along with Fr. Tom Elewaut, pastor of Mission San Venaventura concelebrated a Mass to give thanks to God for the great honor that Pope Francis elevated the 238 year-old parish to the rank of “minor basilica”. Mission Basilica San Buenaventura was unveiled as the first basilica in the Archdiocese of Los Angeles and the 88th in the United States. When the pope designates a basilica, it means this is holy ground that something beautiful and important in the history of salvation happened here. Of the nine missions St. Junípero founded in what is today California, Mission San Buenaventura has the distinction of being his last.
That is indeed something to rejoice about! This is how God operates, that in the midst of this coronavirus pandemic, when things seem so bleak and dark, when people begin questioning God’s existence because of the suffering and death of so many people, when hatred and violence are ruining peoples’ morale, God offers us opportunities to experience His goodness and compassion! Our God is almighty and all powerful. He can turn something bad into something good!
However, the wonderful acts of kindness and generosity many people do to one another do not usually get in the news. I believe there is more goodness in the world we can find than what sad news the media tells and shows us. Basically, as human beings we are good and beautiful because God made us so, in His own image and likeness. Let us claim that for ourselves and do what good people do, even to giving up our lives for the sake of others so that they may be better, richer, healthier, and happier! Amen.
Let us continue to pray for each other and show our loving care for the vulnerable members of our community. I ask God to protect you and your family always from the evil of this coronavirus and to bless your family with His love, joy and peace.
Peace,
Fr. Riz
En Español
Querida Gente de Dios,
Muchas personas se están preguntando cuando Dios va intervenir y poner un fin a esta pandemia, pero mi entendimiento es que Dios con Su poder divino y autoridad absoluta elije no alterar las leyes de física sino para cambiar y retar los corazones humanos. Dios permite las tristes realidades del sufrimiento y muerte causado por esta pandemia del coronavirus para abrir para nosotros la gracia de cambiar todos los corazones. Esta transformación spiritual que Dios quiere de nosotros no sucede por decreto Divino sino por invitación solamente. ¿Queremos cambiar el mundo? Entonces, primero hay que invitar a Dios a que lo cambie a usted y a mí. ¿Queremos ver mejores resultados? Entonces, hay que pedirle a Dios que nos de la gracia de ser mejores personas.
La verdad es que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, y porque Dios es bueno y bello nosotros también somos buenos y bellos. Dios también nos dio la dignidad de ser llamados hijos de El porqué lo somos. En Su consideración todos somos preciosos para El e igualmente valorados. Estas son buenas noticias, la verdad de que todos somos hijos de Dios y por lo tanto hermanos y hermanas en el Señor. Esto todavía no ha convencido a todos que sea aceptado porque el racismo todavía nos rodea. Esto es un hecho, y es un mal que debemos superar y eventualmente eliminar. Dios ciertamente puede hacer que esto desaparezca con un tronar de Sus dedos, pero El nos invita primero a cambiar de opinión y de corazón al aceptar que todos somos pecadores y que necesitamos la misericordia y el perdón de Dios. Al someternos humildemente para pasar por esta transformación de mente y corazón entonces y solo entonces, podemos darnos cuenta de ver quiénes somos realmente, una familia de la humanidad sin prejuicios e incluso ciegos al color.
También me entristece el odio que muestra un grupo de personas que han vandalizado y destruido estatuas de San Junípero Serra en la ciudad de San Francisco y aquí en Los Ángeles que estaban dentro de la propiedad de la Iglesia Católica. Estos actos de odio contra la Iglesia Católica se siguen demostrando en todo el país destruyendo y profanando estatuas de la Santísima Virgen María situadas fuera y dentro de varias iglesias Católicas. Sería fácil para nosotros pedir la intervención de Dios implorándole que envíe fuego y azufre a estas personas, pero no vamos a hacer eso. Necesitamos verlos primero como hijos de Dios que también necesitan amor y perdón. Si, podemos ofrecer oraciones por ellos para que Dios pueda tocar sus corazones y cambiarlos, así como pedir la intercesión de la Santísima Madre para ablandar sus corazones y convertirlos a que la amen a Ella a cambio. Yo sé que esta manera de orar por este grupo de personas es más poderosa que cualquier forma de represalias contra la ignorancia de ellos. Hay que demostrarles que nosotros tenemos la habilidad de amar a los enemigos y perdonarlos porque esa es la manera de Dios.
¡Pero, hay Buenas Noticias! El miércoles pasado, 15 de julio aquí en nuestra propia región, la Región de Santa Barbará, el Arzobispo Gómez y el Obispo Barron junto con el Padre Tom Elewaut, pastor de la Misión de San Buenaventura concelebraron un Misa para dar gracias a Dios por el gran honor que el Papa Francisco ha elevado a la parroquia de 238 años a “Basílica Menor.” Misión Basílica San Buenaventura fue presentado como la primera basílica en la Arquidiócesis de Los Ángeles y la número 88 en los Estados Unidos. Cuando el Papa designa una Basílica, significa que es tierra santa y que algo bello e importante en la historia de salvación sucedió ahí. De las nueve misiones que San Junípero fundo en lo que hoy en día es California, Misión San Buenaventura tiene la distinción de ser su última.
¡Claro que esto es algo de lo que alegrarse! Así es como Dios trabaja, que en medio de esta pandemia del coronavirus, cuando las cosas parecen oscuras, cuando las personas empiezan a dudar en la existencia de Dios por el sufrimiento y la muerte de tanta gente, cuando el odio y la violencia están arruinando la moral de las personas, Dios nos ofrece oportunidades de experimentar Su bondad y compasión! Nuestro Dios es todopoderoso. El puedo convertir algo malo en algo Bueno!
Sin embargo, los actos maravillosos de bondad y de generosidad que muchas personas hacen para el prójimo no salen en las noticias. Yo creo que se encuentra más bondad en el mundo que noticias tristes que los medios nos enseñan. Básicamente, como seres humanos somos buenos y bellos porque así nos hizo Dios, a su imagen y semejanza. Digamos eso por nosotros mismos y hagamos lo que hacen las personas buenas, ¡incluso por renunciar a nuestras vidas por el bien de los demás para que puedan ser mejores, más ricos, más saludables y felices! Amén.
Hay que seguir orando el uno por el otro y demostrar nuestro amoroso cuidado de los miembros vulnerables de nuestra comunidad. Le pido a Dios que los proteja a ustedes y a sus familias siempre del mal de este coronavirus y que bendiga a sus familias con Su amor, alegría y paz.
Paz,
Fr. Riz